A los congresistas cubanoamericanos

Por una política de acercamiento, levantamiento del embargo, de la construcción de la cultura del encuentro, de amistad. Estados Unidos tiene relaciones comerciales y de todo tipo con Vietnam y China, es hora de que la tenga con Cuba. Pero los congresistas cubanoamericanos parece que quieren hacerle daño al pueblo cubano. No al gobierno, como dicen, por qué?

Muchos años llevo denunciando como inhumano el embargo que tiene impuesto Estados Unidos contra Cuba hace más de 5 décadas. El resto del mundo lo hace, así como numerosos congresistas de ambos partidos, unos por considerar que, en efecto, es cruel y a quien le hace daño es al pueblo, no al gobierno de Cuba. Otros movidos por motivos económicos, pues saben las ganancias que obtendrían cientos si no miles de empresarios estadounidenses si se les permite hacer negocios con la isla. Qué decir del bien que le haría a los cubanos de pueblo en términos de alimentación y medicamentos, elementos fundamentales para la vida.

Se lograrían de inmediato mejoras enormes en casi todas las ramas de la infraestructura y la estructura social, económica, existencial del país: necesitamos con urgencia equipo avanzado, digitalizado de primera categoría de investigación sanitaria en hospitales, clínicas y centros de tratamientos de enfermedades específicas, equipos y material para las cirugías. Todo el equipo y la técnica necesarios para la agricultura que haga posible que Cuba se pueda abastecerse de alimentos y no tenga que importar lo esencial, además de impulsar el crecimiento de mayor exportación de productos y servicios que al hacerlo no afecte a los cubanos. Mejoramiento o reconstrucción total del sistema de acueductos y alcantarillados; construcción de viviendas, arreglo substancial de calles y carreteras, renovación de edificios y casas. Incluyo textiles, ropa de vestir, zapatos, materiales de baño y cocina, muebles, pinturas para las casas. De eso no hay ni remotamente suficiente en el país, aunque cueste trabajo creerlo.

Eso lo saben los congresistas cubanoamericanos republicanos. Pero lejos de abogar por la eliminación de esa abominable medida que va en contra no ya del bienestar de sus hermanos cubanos de la isla, va en contra de los intereses de Estados Unidos, al que están obligados a servir como servidores públicos que son. Estos cubanoamericanos republicanos que ejercen su mala voluntad en el Congreso restringiendo los derechos  ciudadanos estadounidenses para que se les prohíba venir a Cuba -pero ni por asomo se atreven a legislar para impedir que viajen a China y Vietnam, por ejemplo- son responsables de miles de muertes de cubanos por falta de medicamentos y cientos de accidentes o padecimientos vinculados al embargo.

Para apreciar mejor la podredumbre moral y humana de estos congresistas, imaginemos por un instante que polacos, checos, venezolanos, chilenos en una situación como la nuestra, hicieran eso contra su propio pueblo, porque su lógica enferma les dice que así es como la gente va a estallar, salir a la calle y derribar al gobierno. Es monstruoso imaginar eso, sin embargo lo hacen con intenso sentido de victoria los congresistas cubanoamericanos. Y aclaremos: Es una mentira. Ningún gobierno ha caído por el hambre y la miseria del pueblo que gobierna. Tenemos ejemplos de sobra en la historia.

 A estos miserables les importa un muy poco la calidad de vida del pueblo cubano a quienes dicen defender, pero no engañan hoy a casi nadie. No tienen alma, si la tuvieran, hubieran trabajado arduamente para que se eliminara la ley del embargo hace rato. Ah! Y casi todos se consideran cristianos, católicos. Se atreven a comulgar? Pregunto, porque sería un sacrilegio.

“La Caridad nos une” es el lema que repetimos los cristianos cubanos teniendo en mente siempre no solo la caridad, que es amor, sino a nuestra Madre, la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya fiesta celebramos ayer.

Qué tristeza y decepción dan ver la podrida madera de la que están hechos los cubanoamericanos influyentes en el Partido Republicano, cuya corrupción no tiene medidas bajo el mandato de Donald Trump.

Ahora el presidente redujo a $1,000 dólares cada tres meses la cantidad de dinero que le puede enviar un cubano en Estados Unidos a un familiar en la isla. Esa medida no salió de él, se la metió en la cabeza Marco Rubio, Aldo Sires, alguno de ellos, o todos juntos después de discutirla en algún lujoso restaurante de Washington, DC, después de un sabroso almuerzo con sus correspondientes botellas de vino. Son seres cuyo valor máximo es el oportunismo, deseos de escalar puestos y venderse a los cabilderos que mejores les pagan en el Congreso. Ellos están satisfechos, logran sus planes mientras llenan sus estómagos y satisfacen su cerebro discutiendo la forma de hacer daño a los desvalidos, a los necesitados porque eso es el cubano de a pie. Estoy aquí, en Cuba. No me cabe la menor duda de que el daño del bloqueo es cierto, una realidad ante cualquiera, pero ellos ni tienen familia aquí ni les interesa el pueblo cubano.

Y los republicanos estadounidenses aprueban las medidas porque supuestamente van a obtener ganancias en las elecciones de la Florida en  la votación de 2020. Son además de ignorantes, cerriles. No han visto los estudios, que muestran cómo ha cambiado el voto de los cubanoamericanos, que apoyan mayoritariamente el fin del embargo y al Partido Demócrata? No han verificado en los resultados de las elecciones de 2016 que Trump no ganó el voto cubanoamericano? Miami es otro, despierten, necios. Las derrotas de los aspirantes republicanos María Elvira Salazar y de Carlos Curbelo debería de abrirles los ojos, si lo que buscan, por supuesto son votos.

La muerte de cientos de personas se debe a la política de apoyar con todas sus fuerzas y recursos a la Asociación Nacional del Rifle, porque se embolsillan millones de dólares de esa organización, ya denominada terrorista. El senador Marco Rubio, un cobarde, no asiste a invitaciones de multitudes de ciudadanos que quieren hablarle y escuchar su posición acerca de su apoyo incondicional a la venta de rifles de asalto, después de todo lo que ha pasado, son las armas que utilizan los asesinos que han causado cientos de masacres en escuelas, estadios, teatros, tiendas, etc. Cómo va a asistir? Rubio jamás pondría en juego los $3.3 millones que le ha aportado hasta ahora la Asociación Nacional del Rifle. Está vendido, nada que hacer.  

Que se sepa, este escritro va dirigido a la piña derechista de los Díaz-Balart, Ross-Lehtinen, Sires, Cruz, Rubio, y todos los que los apoyan la injusta, despreciable ley del embargo contra Cuba. Recuero bien las palabras del papa Juan Pablo II cuando visitó Cuba en 1998. El embargo, dijo, es “éticamente inaceptable”.

Pero que saben de ética los congresistas cubanoamericanos? Nada, ni les interesa.

Tengo grandes esperanzas de que en noviembre de 2020 triunfen los demócratas en ambas cámaras y la presidencia. Entonces cambiará la política para bien del pueblo de Estados Unidos, donde he vivido más de 50 años, y cambiará la política hacia Cuba, tendiendo puentes de amistad, construyendo la cultura del encuentro que nos hará salir de la pobreza y nos permitirá la edificación de una economía de mercado libre y justa, socialista y democrática sin permitir jamás que en este país se imponga el neoliberalismo fascista de un Donald Trump.

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