
Por qué en Génesis, donde se narra la Creación, Dios habla en plural? “Dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza’… Y a imagen de Dios los creó: Varón y hembra los creó”. (Génesis 1, 26-27). Es plural porque Dios es tres personas o hipóstasis: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Trinidad es un dogma central de la fe cristiana, a la vez un misterio inalcanzable a la razón. Es por medio de la fe que llegamos a ella.
El Nuevo Testamento nos habla de la existencia y poder del Espíritu Santo. Para hacerlo más “entendible”, los teólogos han utilizado imágenes intentando ilustrar el misterio, por ejemplo: Todo ungido presupone por lo menos tres elementos: El que unge, el ungido y la unción. Siendo Jesús el Cristo (es decir, el ungido de Dios), se puede hacer referencia a tres personas: el que unge: sería Dios Padre; el ungido sería Dios Hijo; la unción sería Dios Espíritu Santo. Otros hablan del amor que se tienen, infinita e intensamente, el Padre y el Hijo, siendo el amor entre ellos, el Espíritu Santo.
Hay una diferencia entre Cristo y Jesús: Cristo existe desde antes de la creación del mundo y no tiene fin. Jesús fue el nombre que tomó Cristo cuando se hizo hombre. Cuando Jesús resucita vuelve a ser el Cristo eterno (“Salí del Padre y vine al mundo, de nuevo dejo el mundo y regreso al Padre” (Evangelio de Juan 16, 28).
“Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad”. (Evangelio de Juan 1, 1-3, 14)
«El es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él. El existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él. El es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. El es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que él tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud.
Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz:» (Colosenses 1,15-20).
“Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo.” (Carta de San Pablo a los Efesios, 1, 1-12)
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos… La Vida eterna, que existía junto al Padre y se nos ha manifestado., se lo anunciamos para que vivan en comunión con nosotros. Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa”. (Primera Carta de San Juan, 1, 1-4)
“Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.El es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser. El sostiene el universo con su Palabra”. (Carta de los Hebreos 1, 1-4).
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
No sigamos sacando a Jesús de la Trinidad. Aprendamos a rezarle también a Ella, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ese que Cristo resucitado nos dejó cuando se fue, pero vuelve. Maranatha.
Dora Amador