El Papa ama a los homosexuales

Diego Nerie Lejarraga
Diego Neria Lejarraga, el transexual español que se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano. Nació niña y se sometió a la operación para cambiar su sexo.

 

Esta semana volvió a ser noticia “el afecto público que el Papa muestra a los homosexuales”. El domingo, en su viaje de regreso a Roma de Armenia, dijo que “la Iglesia Católica y otras comunidades cristianas deben pedir perdón a los homosexuales por haberlos marginado y ofendido por tanto tiempo”.

Como para atenuar el escándalo entre clérigos conservadores antiFrancisco, y poniendo en contexto lo dicho añadió: “Creo que la Iglesia no sólo debe pedir perdón a la persona que es gay y que la ha rechazado. También debe pedir perdón a los pobres y a las mujeres maltratadas y los niños que son explotados por el trabajo infantil …. Y cuando digo ‘Iglesia’ me refiero a los cristianos. La Iglesia es santa, somos nosotros los pecadores.”

Ningún Papa ha hablado así. Hasta hace poco, decir que la Iglesia debe pedir disculpas a los gays habría sido motivo de que la persona fuera censurada, disciplinada o silenciada. Y ahora es el mismo Papa quien lo dice.

En su último libro “El nombre de Dios es Misericordia”, una antología de diálogos recientes con el periodista Andrea Tornielli, se expesa así:
Tornielli: ¿Puedo preguntarle sobre su experiencia como confesor de homosexuales? En la conferencia de prensa en el vuelo de retorno [a Roma] de Río de Janeiro usted dijo la famosa frase: ‘¿Quién soy yo para juzgarlos?’
Papa Francisco: En aquella ocasión dije esto: Si una persona es gay y busca al Señor y es de buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? …. Me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales, porque antes que todo existe la persona en su totalidad y dignidad. La gente no debe ser definida solo por sus tendencias sexuales: no olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas y que estamos destinados a recibir su amor infinito… Puedo decir que la centralidad de la misericordia, que es para mí el mensaje más importante de Jesús, ha evolucionado lentamente con el paso de los años en mi servicio como sacerdote, como confesor y gracias a las muchas historias positivas y hermosas que he conocido”.

En el Sínodo de la Familia, el Pontífice convenció a muchos líderes de la Iglesia a moderar su duro discurso frente a las uniones homosexuales y admitir que los gays tienen «dones y atributos que ofrecer”.

REUTERS1483217_Articolo
Una pareja gay de abraza y consuela después del ataque terrorista en Orlando, FL. Lograron salir con vida.

 

Su esplendorosa exhortación apostólica “La alegría del amor” (Amoris laetitia), en la que el Papa no cambia la doctrina de la Iglesia acerca de la primacía del matrimonio entre un hombre y una mujer y que los hijos deben criarse en una familia formada por un padre y una madre, logra con maestría y transparencia aclarar que la conciencia está por encima de la doctrina. En el Capítulo 8, donde trata a fondo la misericordia ante las situaciones “irregulares” familiares, hay frases que indican que a los divorciados vueltos a casar no se les ha excomulgado ni las familias de cohecho ni a los homosexuales católicos no se les niega la comunion. Hace poco dijo que están equivocados los que creen que los matrimonios cristianos deben ser como los conejos, el sexo lo hizo Dios porque es bueno y es una parte vital de la pareja para su pleno disfrute y union.

“El papel y la primacía de la conciencia es una antigua tradición católica. Santo Tomás de Aquino dijo que prefería ir en contra de la enseñanza de la Iglesia que en contra de su conciencia. El Concilio Vaticano II escribió: «La conciencia es el fuero interno del hombre, y es su santuario. Ahí está solo con Dios, cuya voz escucha en lo más profundode su ser” (Gaudium et Spes, No. 16), (Amoris laetitia).

Pero además de palabras Francisco expresa su posición con gestos: En su viaje a Washington en 2015, se reunió con un amigo gay, Yayo Grassi, y su pareja de 19 años, Iwan Bagus, a quienes abrazó y besó en la mejilla.

Invitó a almorzar a un hombre transexual en el Vaticano el 24 de enero. Diego Neria Lejarraga, un católico que nació niña, le había escrito al Papa el año pasado diciendo que había sido «marginado» por la Iglesia en Plasencia, Extremadura, de donde es él. En la carta le dijo que quería explicarle lo que es ser transexual, y que un párroco le había llamado «la hija del diablo.»

Francisco llamó a Lejarraga dos veces en diciembre y lo invitó a almorzar en el Vaticano.

Durante el encuentro el Papa le expresó que Dios ama a todos sus hijos “como son.” Y: “Tú eres un hijo de Dios y la Iglesia te ama y te acepta como eres.» Durante la reunión, Lejarraga, que fue con su prometida, preguntó si después de su cambio de sexo, habría «en algún lugar de la casa de Dios un lugar para él.» Francisco le respondió abrazándolo.

Diego y su novia
Diego Neria Lejarraga, izq., con su novia Leonor. Ambos almorzaron con el Papa en el Vaticano.

 

 

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.