Cementerios

Viernes 29 de abril de 2011  

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“El único suelo firme es el suelo en que se nació. 

José Martí

Llegará la noche en que esté muerta y brillará una luna así, iluminando el cementerio donde estarán mis cenizas en una pequeña urna que ya me espera en la capilla del Mercy, en Miami. No muy lejos de allí están enterrados mi madre y mi padrasto; mi hermana y su esposo estarán también cerca. Abuela está en el cementerio de Pinar del Río, junto a mi abuelo y mis tíos y primos que quedaron allá y han muerto, todos mis ancestros. Y Mime –mi madrina querida– está en otro cementerio, en el sur de Miami, junto a su hija Oilda, que hoy tiene 69 años y es uno de los pocos familiares que me quedan vivos con quien tengo una relación cariñosa y unida. Mi padre está enterrado desde 1969 en otro de Miami, en

Hoy mi madre cumple 20 años de muerta, dentro de pocas horas voy a la misa que pedí en su nombre y en el de estas otras dos viejitas que amo, que aparecen con ella en la foto, y que fueron también madres para mí. Después voy al cementerio a ponerle flores, allí estaré un rato, siempre mirando el lago y los árboles, la lápida, la hierba, mientras la recuerdo viva o la imagino en la Casa del Padre, donde me aguarda Cristo para la vida eterna.

Mima, abuela y mime (mi madrina de bautizo y tía abuela, la consideré siempre una segunda madre, y lo fue)
Mima, abuela y mime (mi madrina de bautizo y tía abuela, la consideré siempre una segunda madre, y lo fue)

Dedicatoria por detrás de la foto que me enviaron mis tres viejas queridas, estando yo ya en el exilio, lamentablemente la corté en algún momento, parece que para que cupiera en un marquito más pequeño, sin fijarme o no dándole tanto valor –así es la inconciencia juvenil– a lo escrito: "Son las tres personas que más te quieren y que por estar tan lejos de ti te añoran constantemente..." No recuerdo que más decía.  Año: 1962. Yo estaba ya en Miami
Dedicatoria por detrás de la foto que me enviaron mis tres viejas queridas, estando yo ya en el exilio, lamentablemente la corté en algún momento, parece que para que cupiera en un marquito más pequeño, sin fijarme o no dándole tanto valor –así es la inconciencia juvenil– a lo escrito: «Son las tres personas que más te quieren y que por estar tan lejos de ti te añoran constantemente…» No recuerdo que más decía.
Año: 1962. Yo estaba ya en Miami